Unidas para siempre por un riñón

Jóvenes dominicanas comparten su historia para promover la donación de órganos entre los hispanos

Anibelkys Gutiérrez (izquierda) le donó un riñón a su prima Nelsy Pineda en mayo.

Anibelkys Gutiérrez (izquierda) le donó un riñón a su prima Nelsy Pineda en mayo. Crédito: Gerardo Romo

Son primas y mejores amigas. Pero a Anibelkys Gutiérrez y Nelsy Pineda las une algo que va más allá de su parentesco familiar. Estas jóvenes dominicanas se convirtieron en donante y recipiente de un riñón, un procedimiento que salvó de la muerte a una y que cambió la vida de ambas para siempre.

Hoy en día, recuperadas y felices, llevan una vida completamente normal como la de cualquier otra chica de su edad, y por ello decidieron compartir su historia para motivar y concientizar a otros hispanos sobre la importancia de la donación de órganos.

“Mi vida ha cambiado bastante desde el trasplante. Estoy viva, y ahora puedo hacer cosas que antes no podía hacer, como algo tan simple como tomar mucha agua”, dice Pineda, de 33 años, quien recibió un trasplante de riñón el pasado 12 de mayo.

Gracias a la donación de un riñón sano por parte de su prima Anibelkys, de 29, Nelsy pudo dejar atrás los cuatro años y medio que tuvo que pasar conectada a una máquina de diálisis tres veces a la semana.

“Me enteré que tenía una enfermedad renal crónica a los 18 años durante un chequeo médico regular en República Dominicana, en el que descubrieron que mi presión sanguínea estaba muy alta, como la de una persona de 60 años”, recuerda Pineda.

“Cuando me hicieron más análisis se dieron cuenta que sufría de riñón poliquístico, una insuficiencia renal crónica hereditaria que ya tenían mi mamá y mis hermanas”, explica la paciente.

Los hispanos en mayor riesgo

Por ser uno de los grupos étnicos que tiene mayor riesgo de sufrir enfermedades del riñón, los hispanos están más propensos a necesitar un trasplante de este órgano cuando se compara con personas de otras razas.

Datos de las autoridades federales de salud, muestran que 20,016 latinos en Estados Unidos se encuentran en la lista de espera por un riñón que les sea donando y que les salve la vida. En total, 101,752 personas en este país aguardan por un trasplante de este vital órgano.

Según el doctor Antonios Arvelakis, el riñón es el órgano que más se necesita para trasplantes en EEUU. “Hay más gente esperando por riñones que gente esperando por hígado o corazón. La razón principal de eso es por la existencia de dos enfermedades muy comunes: la diabetes y la hipertensión, que son muy prevalentes entre los pacientes latinos”, explica el cirujano, Profesor Asistente de Cirugía del Instituto de Trasplante Recanati/Miller, del Centro Médico Mount Sinai, en Nueva York.

Dr. Antonios Arvelakis, Profesor Asistente de Cirugía del Instituto de Trasplante Recanati/Miller, del Centro Médico Mount Sinai, en Nueva York.
Dr. Antonios Arvelakis, Profesor Asistente de Cirugía del Instituto de Trasplante Recanati/Miller, del Centro Médico Mount Sinai, en Nueva York.

“Los latinos representan el 16% de la población en general, pero en las listas de espera (para el trasplante de un riñón), suman de 20 al 22%, lo que muestran un incremento. Creemos que eso se debe a que los latinos son más sensibles a las consecuencias que dejan la diabetes y la hipertensión que causan falla renal”, indica el doctor Arvelakis.

Aunque en muchos casos puede tratarse de enfermedades hereditarias, el doctor Arvelakis cree que factores como malos hábitos alimenticios y el estilo de vida sedentario que se vive en EEUU, aumentan los niveles de diabetes y la hipertensión y, por ende, las enfermedades renales.

“Para evitar tener enfermedades renales se debe tener un estilo de vida muy sano, evitar el sedentarismo, la obesidad y diabetes. Las personas que tienen factores de riesgo que las predisponen a enfermedades renales, deben ser muy vigilantes y seguir las recomendaciones de sus doctores. Deben tomar siempre sus medicinas para la presión sanguínea y diabetes y mantener ambas enfermedades bajo control”, aconseja el cirujano.

Según explico Arvelakis, uno de los grandes problemas con las fallas renales es que, en muchos casos no presentan ningún síntoma al comienzo, especialmente si se trata de personas jóvenes. Por ello muchos son diagnosticadas con una enfermedad renal avanzada y terminal, y no les queda más remedio que comenzar diálisis.

“La gente pude permanecer bajo diálisis por muchos años, sin embargo, cada año que se está en diálisis, tus chances de morir aumentan entre 6 y 10%. Es decir, que si estas en diálisis por 5 años, tu posibilidades de morir aumentan entre 35 y 50%”, explica el cirujano.

Precisamente, para reducir el número de personas que mueren cada año esperando por el trasplante de un riñón, u otros órganos, el doctor Arvelakis hace un llamado a los hispanos para que se conviertan en donantes y ayudan a salvar la vida de muchos que se encuentran actualmente en listas de espera por un trasplante. Según su propia experiencia, el cirujano cree que sí existe voluntad e interés entre los latinos para donar.

Este es el caso de Anibelkys Gutiérrez, quien dice sentirse muy satisfecha tras haber donado su riñón. “Me siento muy feliz porque uno sabe que aparte de Dios, uno también puede ayudar a salvar una vida”, reflexiona la joven.

“Si yo pudiera donar otro órgano en vida lo haría. Es algo muy bonito y especial. En este caso no se trató sólo de mi prima sino de otro ser humano al que le he salvado la vida”, dice Gutiérrez.

Cómo ser donante

El Dr. Antonios Arvelakis, cirujano de trasplantes en el Centro Médico Mount Sinai, explica cómo se puede ser donante:

“Pueden registrarse para que, luego que mueran, todos sus órganos sean donados a cualquier persona que esté en la lista de espera por órganos. El convertirte en donante después de muerto es muy fácil, no cuesta nada y puedes salvar muchas vidas. Se puede registrar en cualquier sitio web o cuando se saca o renueva la licencia de conducir”.

“La segunda forma es ser un donante en vida, ofreciendo un riñón a algún familiar o a alguien que lo necesite. Es un procedimiento muy seguro y la recuperación es rápida. Se puede vivir una vida perfectamente normal con un solo riñón”.

Cifras de esperanza

  • Un solo donante de órganos puede salvar la vida de ocho personas.
  • Un solo donane de tejidos y córneas puede mejorar la vida de hasta 50 pacientes.
  • Ojos y tejidos, tales como válvulas cardíacas, tejido cardiovascular, huesos y tejido musculoesquelético suave, y la piel, también pueden ser donados.
  • Más de 1 millón de trasplantes de tejidos y córneas se realizan anualmente en EEUU.
  • Unas 30,000 personas reciben el trasplante de un órgano cada año en EEUU.

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