Preocupa en la frontera condicionar la reforma migratoria a la seguridad

Fernando García en un mitin pro derechos del migrante.

Fernando García en un mitin pro derechos del migrante. Crédito: Elvert Barnes / Texas News Service

EL PASO, Texas – Un grupo de senadores de ambos partidos revelaron un plan para la reforma migratoria. Los defensores del migrante lo aplauden, como un camino que podría llevar hacia la ciudadanía, pero además expresan su preocupación sobre varios puntos, como endurecer la aplicación de la ley en la frontera.

Fernando García, director ejecutivo de Border Network for Human Rights (Red Fronteriza por los Derechos Humanos) recibe la propuesta con una mezcla de optimismo y prudencia, y dice que la reforma incluye una vía hacia la ciudadanía a los que ya están en el país.

“Hablan de sacar de las sombras a la gente indocumentada y darles una ruta hacia la ciudadanía. Así que pienso que el reconocimiento de que debería haber una solución para quienes ya están en los Estados Unidos, y que deberían ser integrados con la ciudadanía, es muy importante.”

La revelación del plan el lunes surgió de un grupo bipartidista de senadores federales; también incluye aumentar la seguridad fronteriza, una reforma legal al sistema migratorio y un sistema de verificación del empleo.

García explica que una parte del plan que él encuentra inquietante es el énfasis puesto en más seguridad fronteriza y aplicación de la ley, que se suman a todos los esfuerzos de años recientes.

“Ya tenemos fuerzas del orden masivas en toda la frontera. Casi hemos cuadruplicado el número de agentes de control fronterizo. Hemos levantado millas de valla fronteriza. Todos los objetivos y los indicadores de los que hablábamos en 2006, la primera vez que discutimos seriamente la reforma migratoria, todos esos objetivos de cumplimiento de la ley ya fueron alcanzados”, indica García.

A García le preocupa también que el impulso que se da a la aplicación de la ley – como si fuera parte de la reforma migratoria – no sea tanto por razones de seguridad como por ganancia política.

“El hecho de que la aplicación de la ley en la frontera pudiera ser un detonante para la legalización es muy preocupante. Porque, ¿quién sabe cuándo será suficiente? ¿O sabemos quién decidirá cuándo sea suficiente? Otra vez están tratando de negociar el bienestar de las comunidades fronterizas por un programa de legalización”, concluyó García.

Se estima que ya hay 11 millones de inmigrantes indocumentados dentro de Estados Unidos.

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